Mi vida hecha ajedrez

Listo, el 2007 está en la pitilla. Ya no tengo nada especial que decir, loco. Los años nuevos son la excusa para hacerlo, pero ni ahí: nada que decir. Nada rotundamente especial y emotivo. ¿Recuentos? Qué paja, todo el año transcribiendo cosas. El resumen ya está escrito hace rato. Aparte, lo que tenga que decir lo pensaré simplemente, aunque suene ridículo querer decir y pensar, nada más. Otros años me he emocionado más que hoy, debe ser por que me duele la cabeza y los ojos (buenos los ojos me arden). Y si me emborracho otra vez (con todo lo dicho, difícil), me iré a mirar alguna rincón de mis recuerdos, de mis otros años nuevos, para darme cuenta donde estoy, con quien verdaderamente estoy, con los que quiero y me quieren, y sentirme bien. Y sentirme más que bien. Por que no puedo quejarme, aunque quisiera.

Chucha, sin quererlo, al final, igual dije algo, pero hay mucho que pensé y no dije, y ahí radica toda la wea.

Feliz e infeliz año, según quieran.



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He derramado mucha lagrima explícita en los escritos y gráficos este ultimo tiempo y es hora de dar un giro a esto - al menos por hoy -... Y quiero dejarlo bien en claro. No es que me arrepienta ni niegue lo que me cubre de palabras en estos días... de hecho, tal manera de desahogo es algo que no puedo evitar ante ciertas situaciones y eventos... Chucha, soy asi... pero hoy, en un arranque de esperanza multicolor, intento ver más allá de la autocompasión y las oscuras condiciones a las que nos lleva la depresión... Busco más allá de mis narices lo que brilla - o brillará en algún momento - y sonrío sin sonreír... Esperando, con un espacio mas despejado y luminoso, lo que se venga a plantear como un NUEVO TIEMPO o una NUEVA OPORTUNIDAD para mi...

Siempre es bueno querer MÁS ...


Bien ¿no?


( dedicado a todos los que, por X situaciones, estan pasando un mal momento...)

El que tenga esta cintura y este trasero esculpido no deja de ser importante. Gracias a eso, y a mis turgentes pechos, tengo todo, o casi todo, lo que poseo ahora. Y es simple, si algo no se me da fácil, me llevo mis metas a la cama. Y ahí todo lo logro con un poco de lengua, sudor y orgasmos fingidos. Bueno, ALGUNOS fingidos, tampoco tan frívola ¿Qué si jodo amistades? Sí, pero me importa un bledo, en realidad. ¿Qué si rompo familias? Sí, la verdad es que sí. Quiero decir, a veces. Pero traro de ser discreta. Sobretodo si hay niñitos. Ay, sí. Pobrecitos ellos, los niñitos. No tienen la culpa. La culpa es de la carne y esas cosas. ¿En qué iba? Ah, las metas. Eso, que la vida se abre camino a mis pasos de diosa, y no hay nadie que me detenga. ¿¡Qué si soy feliz!?, pero qué pregunta. Claro, cómo no voy a ser feliz: tengo de pareja a un arquitecto guapísimo y exitoso, disfruto unas amigas escandalosas que me regalan portadas una vez por semana y me muevo en un auto convertible negro que es la muerte y la envidia de muchas, y de muchos… ¿mi familia? No los necesito. Tengo al público. Tengo a mis auspiciadotes. Tengo a los hombres que muerden sus labios al verme pasar. Tengo a las mujeres que, si bien se llenan la boca tratándome de perra, matarían por un día de los míos. Tengo el dinero y el reconocimiento mediático. Y por sobre todo, tengo este cuerpo esculpido, padrecito Juan. Ahora dígame, en el nombre de Dios y sin miedos ¿soy una pecadora?


FIN


Dedicado a ella

Reflexión estúpida: ¿es posible que estando bien, onda CERO problemas, llegue una canción triste, melancólica, y tú, con la cara llena de risa digas "oye, qué manera de identificarme con esta letra"?. Pues yo creo que si se puede, por que las canciones tienen ese poder: armar micro mundos mentales llenos de sentimientos que, a veces, ni siquiera están, al menos no en el presente. Y todo dura lo que dura el tema. El paréntesis se abre para que salgas, y se cierra para que sigas. Y ahí te pasas al track siguiente como si nada... pero eso es harina de otro costal, muchachos. De otro costal bien imbécil, por lo demás.

Ya, fin del asunto. Son las 10:01 PM. Las tardes de mierda traen noches rancias. Como sea, apaguemos un poquito el temita y demos término a las arrogancias de la exigencia mundana. Acabó por cansarme el pintar de culpas mis pasillos. Y no queda bien. En serio. Lo único que quiero ahora es reírme del drama del nuevo mundo y dar impulso a entusiasmos nuevos. No. No esperen tanto, no esperen tanta seriedad de mi parte, que de ejemplo tengo poco para dar. Es más, mis ejemplos, si es que existen, se arman de cada puta costra de mi piel. Yson bien personales. Eso aunque se arruguen enteros para tratar de entender. Demás, no soy un tipo fácil de escanear. Y no hay orgullo en decirlo. Es nomás. Es como ese gato que vi cazando una paloma ayer. La mató para jugar con su cadáver. Ahí se terminó todo. Bueno, yo soy como el gato. Vea ud. cómo interpreta la analogía.

Falopa. Me la ofrecen muertos de la risa. Me la ofrecen cuando me sirvo un vaso de cerveza. Simple. Normal. A ver, ¿qué onda, loco? Como si jalar fuera comerse un completo extra mayo, extra palta, extra tomate. Como si el único riesgo fuera quedarse con la guata llena hasta el otro día. pff, Olvidate de todo, loco. - me dicen por ahí - De la mina, de los amigos, los problemas, la familia, la Uh,... todo, hueón. ¿Probar? Claro, dicen que hay que probar de todo en esta puta vida. Y por un par de segundos lo pensé. Te juro que lo pensé, y listo, dos lineas,... de pronto todo olía a mierda. Una mirada general y veía risas que no eran para mí. Amistades formadas – y ancladas – en base a ese polvito blanco. Y me dio asco. Y me dio risa. De hecho, creo que me reí. Son todos tan simpáticos conmigo. Son todos tan buenas personas. Me invitan con sus mejores caras, y me dicen “pero vamos”, con el mejor semblante. Y, como en las películas, las voces se tornan difusas. Y me tomé un sorbo de chela al seco y lo decidí. Me fuí.

- Ya, weón.
- ¿en serio Esteban?, pero ahí, piola. Otra jalaita ¿Aperrai?. Nos vamos un rato más. – y me golpeaba la espalda.
- En serio, loco. Vale, me largo.

Estas mierdas decadentes, me dije. Estas mierdas decadentes que me caen bien, seguí pensando. Dependientes. Desaparecen. Se pierden. Se tornan borrosas. Pero siguen ahí.

Salgo del local. Salgo y me siento tranquilo. Afuera el aire está frío, pero me gusta.

Camino, camino y camino.

Cuando estoy en la micro, pienso.

No voy a exagerar, no sé si me salvé de algo. No sé si todos sean una mierda, o la mierda sea yo. No sé nada en realidad. Cierta bohemia me queda grande. Cierta bohemia huele a caca. Pero creo, simplemente creo, que tomé una decisión que no deja de ser importante.


A ver si el tiempo, y mi propia historia, me dan la razón.


Aunque en algo tuvieron razón, por un segundo, me olvide de todo.

"...Y si revienta todo a tu lado, si por ahí todos caen encima tuyo con sus culpas, con sus putas moralidades, es parte del caos. A veces, El dolor es un lindo recuerdo. No te lo tomes tan en serio, ¿entiendes?. No hay que apretar cachete al primer golpe. Eso es de cobardes. Tómatelo con calma, revuelve el fondo del vaso, concéntrate y respira y tómate el trago al seco y, al final, cágate de la risa si puedes. Es el mejor remedio. De verdad, es el mejor remedio."

- ¿qué es lo que tú crees?

- Que siempre soy el hueón que termina cagando todo.

- ...

Bien looser decirlo, pero recuerdo que hasta hace poco (años, pero pocos) tenía que esperar estar solo para poder ordenar mis problemas. Bueno, mis problemas y cualquier drama oscurillo que se le pareciera. Y cuando digo solo es SOLO. Cualquier murmullo me cagaba, me desconcentraba. Y si quería solucionar las cosas de distinta forma, en el momento mismo de los hechos, por ejemplo, me asfixiaba en confusas palabras y defensas que, de puro enredao', no me llevaban al humo blanco. Es más, me iba al carajo (yo y el que discutía conmigo). Un atado con patas era yo. Por eso, al final del día, esperaba que mi vieja se durmiera, a que las transmisiones de la TV se terminaran (sí, no siempre tuve cable) y de ahí a mirar el techo. "se me cruza de brazos, mijo, y se me pone a pensar". Eso me decía. Las vueltas de tuerca en las que trabajaba mi cabezota podían durar horas y provocar las primeras noches de insomnio heavy en mi historia de noches de insomnio heavy (tal vez eso me hizo escribir desde pendejo, para dejar registro, supongo). Y yo creía que estaba todo bien... menos al otro día, cuando amanecía con ojeras que podían servir pa'comprar pan.

El tiempo ha pasado, y aunque los problemas no desaparezcan (qué fome que desaparecieran), puedo ordenar los "estantes" de la vida sin esperar a que todos estén roncando a culo suelto para concentrarme. Y está claro que para gente como yo eso es un avance. Ahora puedo estar en la pega, escuchando música, e incluso, si soy más rudo (rudo poh), puedo dejar los dramas de lado por el rato que yo elija, y retomarlos una tarde discutida y disfrutada, o una mañana de de bostezos de lunes. Sea solo, junto a amigos, a mis familias, al chofer de la micro o a unos pokemones que se sientan afuera del mall a pre-perrear en las tardes.


Ahora, todo esto que ud leyó recién es verdad, pero también puede ser una mentira. Es un blog, ¿qué más se puede esperar? Aparte, ¿a quién le importa?

No puedo quedarme dormido antes de las 4 de la mañana. Eso es un hecho. Por más que lo intente, mis ojos están abiertos y llorosos como los de Alex en "La naranja mecánica". Sí, una tortura "soft" impuesta por mi reloj biológico, pero, al mismo tiempo, uno de los pocos ratos tranquilos y silenciosos de mi frenética jornada. El resto, mientras tanto, duerme como si fuera su última oportunidad de descanso. Yo, tratando de endulzar un poco el frío, doy la última cucharada al pote con manjar y me levanto a lavar mis dientes para volver a acostarme y dormir. Son las 3:34 AM y cierro mis ojos por obligación. Onda "es lo correcto", ¿cachai?
Weas.

Divagando un murmullo de muerte la mente blanca de aquel dulce rostro dibujo una compleja y real preocupación.
Ya es mucho lo que rió. Ya fue demasiada la luz. Fin de abundantes aromas dulces, sus alas serian cortadas con la ternura de un cuchillo desquiciado. Sus extremidades volátiles ya no servirían para nada divino... Solo un dibujo mal hecho le recordará su propia condición pasada. Triste destino.
Conservará la belleza pero no la luz, mantendrá el atractivo pero no la atención... Sigue vivo mas un murmullo de muerte lo busca ennegreciendo su depurada mente... Creo ver el hilo conductor de una lágrima. Creo ver la muerte de un ángel enamorado tras la cortina y la llama ardiente - silente de su llanto.

Teban .- //


PD: escrito hace un tiempo atrás, en una noche de inspiración y melancolía, fue pensado originalmente como “escrito gráfico”, tenia que tener ilustraciones y esas yerbas... pero como ven solo quedo en escrito...

Un sonidito de mierda me despierta a las 6:45 AM en punto. Aunque despertar es un decir. Por lo general acomodo el celular a quince minutos más para revolcarme en el sueño que queda, después, a medio ojo de la lucidez, prendo la tele, canal 13 y la Urrejola para empezar, de ahí Chilevisión otro rato, aunque me aburre lueguito. Listo. Fuera cama, encender el calefactor de agua, tostar pan, hacer una palta, calentar la comida, el termo y ordenar las cosas, las weas de siempre. Ducha, cepillo, water, Copano, La Nación y la mirada de rigor por la ventana. Sol, tibieza, frío, esas cosas. Seguridad antes de salir. Luego, buscar los fonos, cargar las canciones que un día como hoy me llevarían por un buen camino y chao. Llaves encima y la puerta que se cierra. Es la mejor rutina que encontré para las mañanas, aunque hay veces que la cambio.

Aunque el concepto de mañana varia, como ahora, levantarse a la 12 (tal vez), pseudo-mañanas, o como ayer, o como hoy, el día te quema o te tuesta, ya se verá, o ya se vio, o ya se ve. Da igual.

Ya. Te lanzas a la cama, pierna encima. Ves el pantalón rajado por una bicicleta hambrienta, revisas programas absurdos - y no tanto -, aleatorios al clic del control. Afuera el viento que suena, el rumor de la lluvia... Apagas la tele, prendes la música, revuelves en tus cachureos, hojeas un libro, rayas las fotos de un diario, piensas... recuerdas. Dejas de pensar, no siempre hace bien. Te pones de pie, das vueltas absurdas. Finalmente el walkman y el abandono.

Entre el habla postergada, el relajo se presenta. Eso lo dice mis voz interior sin siquiera escucharme. Ella a mi, claro.

Inspírate, loco, inspírate!

Podría decir que entre todas las mierdas existentes, hay unas cuantas rescatables por entre las moscas. Son esas mierditas precisamente las que inquietan, las que inspiran - y expiran - ideas.

Eso si, por mucho que te quieras mover al frenético baile de los pensamientos, de los estímulos, el mundo y su normalidad asfixiante te obliga a bajar las revoluciones y, mientras tanto, plasmar ideas y crear, todo a modo de proyecto, para ordenarse cuando puedas, o cuando quieras, o cuando se te de la regalada gana. Y ese cuando puedas, o cuando quieras, o cuando se te de la regalada gana, quién sabe cuando llega, mi querido amiga, mi querido amigo. Pero lo importante es que llegue. De ahí en adelante veremos qué pasa y pa pa pa, ¿cachai?

A abrir los ojos, podría decir, pero no.