Miérnes.
miércoles, octubre 31, 2007
Miércoles pero viernes, viernes pero miércoles: rara la cosa, confusa pero en buena. Noche de brujas, demonios, vampiros , sí, toda esa mierda americana que divierte a los niños de hoy y que a mi me deja con sensaciones de pérdida, de homogenización innecesaria con el "pueblito" del norte. Pero ahí vamos, pensando cosas en la micro, escuchando y mirando, imaginando cuál sería el capitulo más emotivo de tu película, de mí película, o mejor aún, cuál vendría a ser el tema final, el de los créditos, el alegrón, y las palabras, las mejores palabras de cierre, si es que hay. Temuco con escenas de... ¿Escenas de qué? ¿collage de fotografías en el recuerdo y el presente? Puras huevadas con sentido, con harto sentido, loco. Por que esa es la vida, y si el sentido anda por ahí volando, das un salto y lo recoges y te entusiasmas y lo compartes. Eso hacen todos, al menos los que me interesan. Ya van muchos mirándose el ombligo. Ya van muchos estereotípos odiosos de enfrentamientos que no llevan a nada. Por eso tecleo y tecleo. A veces pienso que la escritura es una gran arma, mucho más intimo que una canción, y eso me gusta, por que, al filo de tantas cosas, es mucho más sanguinaria cuando quiere, aunque mucho menos masiva, menos cool que el que lo canta y lo toca con los ojos cerrados. Bueno sería, pero canto y toco como las mismísimas reverendas. Por ahí vamos, ya dije, el sentido de mi vida tiene varias aristas, una de ellas es escribir, dejar algo sencillo por lo cuál ser recordado. Tal vez no sea publicado, tal vez esto lo lean mis hijos, mis nietos, tal vez lo lea algún borracho en alguna de las paredes en las que, borracho también, he dejado algún saludo. Pero ahí estarán, más trascendentes que mi propio cuerpo. Más trascendentes que las rebeldías típicas, que las frases copiadas de lienzos escritos hace décadas. Inmortalidad highlander chanta. Ahora, no sé en qué volada me fui; ya no me emociono mucho que digamos, soy más práctico. Yo estaba hablando de Halloween y las brujitas de los centros comerciales, sus labios negros y los dulces y las travesuras. Hum, podría escribir un cuento basado en eso. Pero de un tema voy a otro, no hay caso, y terminaría hablando de Brujas bailando cueca en un mall, teniendo sexo en los baños. Como sea. Ayer vi caerse un viejo frente a una esquina, segunda persona que veo caer esta semana, sentí pena, no por mí, no por el, sino imaginando algún ser querido que, anciano, estuviera botado en la calle, sin que nadie se dignara a ayudar. Tonteras que uno piensa. Será por eso que me rehuso a ser viejo, aunque ya pinten los años en que debiera vestir de señor. Fome la wea. Me da risa. Me da risa porque sí. Tal cual, como los cabros chicos. No todo tiene explicación. O no todo quiere explicarse. La cosa es que es miércoles, pero es viernes. Y eso alegra al trabajador de este país, a eso iba con todo esto.
tecleado por Alta Suciedad @ 10:00 p. m.
