Un relajo al pensamiento.
El ser humano escencial, lo que conforma el alma, el corazón, y todo el conglomerado de humanidad intangible a lo fisico y superfluo, tiene sueños y metas que perduran mas allá del tiempo y la erosión que supone el estar vivo... Imagenes dibujadas en la mente en trazos finos y delicados, que muchas veces rozan en la utopia, y que eventualmente no siempre se cumplen en su totalidad, son inherentes, sobre todo en la mente de almas soñadoras, a lo que significa vivir y desarrollarse.
Muy pocas veces nos cuestionamos el desapego a los sueños, decimos "la vida es así... La realidad es cruda" y discursos conformistas que permiten seguir adelante y no caer... El show debe continuar dirán los mas artistas...
En fin... Creo que a todos nos pasa...
La cosa es que en ciertas ocaciones - donde todo se une en una situación mágica e irrepetible- aquellos sueños se te presentan frente a frente. Desafiantes, verdaderos... acogedores y multicolores... Transparentes y perfectos - si, PERFECTOS (ó perfecta. You know!) -. Y es ahi cuando tu mundo descubre que la vida no es un caminar por caminar, ni un respirar por respirar... Es ahi cuando te das cuenta que el mundo no es tan mierda como pensabas, que no todo estaba perdido y que los conceptos predefinidos pueden ser cambiados a voluntad si encuentras un alma compañera y limpia de toda contaminación humana, de esas cosas que tu llegas a odiar...
¿Por qué les cuento esto?.. ¿Por qué tanta pompa?...
Ahora mis proyectos eventuales son visiones technicolors. Ya mis conversaciones de futuro tienen un cuerpo y una textura que, deseoso, quiero probar. No me atrevería a definirlas, pero algo en el aire me baña de posibilidades y de fuerza para desarrollarlas.
Debo ser un agradecido de la vida, pienso, mientras mastico una vivencia sabrosa. El viento sopla a mi favor después de tantos años de imprecisiones amargas. De hecho descubro que, quizás, nunca sopló en mi contra. Me doy cuenta que el crecimiento es algo que fluye, muy alejado a la obligación de los años, muy huraño de las metodologías, de las influencias. Eso tranquiliza. Aunque, siendo sincero, la displicencia de antiguas palabras me parecen algo crudas hoy... Exageración, sobresaturación, inmadurez, quién sabe. Cosas de la vida supongo.
Las fallas, las caidas, aciertos, las canciones, las películas, los libros. Todo ello me impulsa. Los nuevos días son el hoy. El árbol que crece, la cascada que rompe las rocas... el beso que entibia las bocas frías. El futuro que no se espera, el presente que vive y en sus horas se estrella. Pigmento invisible que dibuja caminos y gestos a mano alzada.
Como sea.
La única pregunta que se me ocurre al levantarme y estirarme en las mañanas es "¿Dónde quedaron los miedos?" La única respuesta que se me ocurre al acostame... "Cagándose de susto, a la sombra de una impía seguridad ".
Un gusto, sin lugar a dudas. Un relajo al pensamiento.
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sábado, enero 26, 2008 at 4:32 a. m..
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8:07 p. m., enero 26, 2008Te has mostrado tal cual, de algun modo como una paradoja, que es una forma de sabiduría que usan los orientales frente a la explicación de las problemáticas
http://asociaciondelbuenescribir.blogspot.com/
saludos
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