Mi vida hecha ajedrez: cómprate unas tillas, perico

cómprate unas tillas, perico

Al termino de cualquiera de mis días se vienen los resúmenes y pensamientos de rigor... Recuentos de aciertos y cagadas en lo que fue mi jornada diaria... Los resultados pueden ser buenos o malos pero siempre, en mi locura temporal, miro mis zapatillas ahí botadas como testigos silentes de los caminos que recorrí - o en los que tropecé -... Mi predilección por las zapatillas es grande. Algunas han llegado a estar tan carreteadas que, para no deshacerme de ellas, las he cocido, y en casos más extremos aun les he pegado hasta parches. Todo con tal de no botarlas. En fin... Estas que ven ahí tiradas en la foto no son tan viejas pero ya son especiales, por que tienen su pequeña historia...
Hace unos meses, en uno de esos días en que llovió fuertisimo en Temuco, mis zapatillas regalonas - que según mi vieja son un desperdicio - se empaparon hasta la plantilla, humedeciendo incluso mis calcetines... Creí que en la noche se secarían, asi que no me hice mayor problema... pero en la mañana, al tocarlas, seguían igual de mojadas. Yo, obviamente quería usarlas otra vez, asi que las seque en la cocina... Entenderán que el tiempo en las mañanas no sobra y que mientras las secaba hacia otras cosas... y bue... adivinaron... SE QUEMARON. Pero no las zapatillas en si, si no los cordones... =( Maldición, no solo estaban húmedas aún si no que ahora, rematando mi ñoñería, las había dejado con los cordones quemados! Este “accidente” dejo a mi zapatilla izquierda con un par de cachitos que a primera vista parecen un par de antenas... Aún no se los cambio, no sé... dejación supongo. Y aunque pocas personas andan mirando los zapatos de la gente, al menos una de 11 personas me han webiado por la extrañeza de “Mi calzado izquierdo”... Aparte de mi vieja que dice que se ve indecente y esas cosas que dicen las mamás... no sé, a mí me parece hasta simpático... y aunque tal vez algún día cercano le cambie los cordones - para volverme decente - por ahora disfruto sentarme pierna encima a ver como algunas personas de reojo ríen ante lo absurdo de mi TATILLA MUTANTE...