Mi vida hecha ajedrez

El que no crea que todo esté perdido es un buen indicio. No crean que la cosa ha sido fácil. Llevo años luchando con esa maldita vocecilla interior; esa que quiere acallar cualquier atisbo de creatividad para sumirme en los caminos tradicionales de la familia. Y a veces ese peso lo logra. Y me carcome. No. Las cosas no son una pesadilla. La vida, mi vida, no lo es. Es más, nunca lo ha sido, pero tomar conciencia de eso me llevó un tiempo, cigarros y una que otra borrachera y discusión.
¿Sabes? A veces quisiera formar un grupo. Rescatar a personas con las mismas inquietudes mías de comunicación. O mejor dicho, con un rumbo básico similar. Tomar al toro por las astas y cambiar en algo lo que el mundo cree tener cimentado. Crear una revista, una editorial o qué se yo. Remover sedimento. Pero miro a mí alrededor y me encuentro con más de lo mismo: lucha de egos, emulaciones europeas tercermundistas y esa paz de la puta madre, esa buena onda en la que nadie cree.
Es cosa de mirar alrededor, weón.
Me da lo mismo herir filosofías ajenas, pero el arte perdió todo su rumbo y hace rato. Como concepto. Como un todo ilimitado (aunque quién me dice qué mierda de concepto guarda el arte) Y en el fondo todos lo sabemos. Bueno, casi todos. Veo en las noticias a los nuevos artistas. Esa camada de “loquillos” con sus perfonmances, bailes, carnavales y desnudos pintados, como si eso fuera la última chupada del mate. Como si fueran los representantes del creador promedio “super conceptual”.Y ahí están ganándose Fondart por que hablan del pueblo mapuche, y se jactan de entenderlo, por que se engrupen con cosas y palabras ilegibles que ni siquiera identifican al pueblo promedio. Regresar a nuestros orígenes, dicen. Como si en eso radicara la totalidad de las expresiones del ser humano. Del chileno que se va en voladas con esas raíces que nunca pescó en su vida.
¿La vanguardia? Hoy la vanguardia es reestructurar viejos estilos y ponerles otros nombres. En spanglish. O en puto francés. O en mapudungún.
¿Está todo mal o es que ya está todo hecho?
Muchos me lo han dicho.
Me niego a creerlo, weón. Me niego. Sigo mirando por el ojo mágico, esperando un poco de esa magia que presume el exterior. Y si alguno de Uds. cree lo mismo que lo diga. Levante su dedo – si es el del medio está permitido –, teclee y dígame que no soy el único que se ríe ahora. Por que esto, al final, da risa.


Salud.

¿qué? ¿Esperaba que dijera algo de la foto? Es mi cama, mis cosas y punto. Nada más que decir.

(Y si nadie lee ésto que se joda mi ego también)

Ya... Mejor me largo.

This entry was posted on lunes, diciembre 04, 2006 at 1:57 a. m.. You can skip to the end and leave a response.